Técnica virtuosa de los artesanos de Jaquet Droz, el arte del esmalte paillonné, es el protagonista de tres nuevos modelos exclusivos en edición limitada.
Alianza de azul y oro, diseño de una infinita delicadeza, realización de una formidable exigencia, el arte del esmalte paillonné es desde el siglo XVIII una técnica decorativa en la que los artesanos de Jaquet Droz siempre han sobresalido. Con una minuciosidad extraordinaria, los artesanos continúan fabricando hoy en día esferas según el método del esmaltado Grand Feu, durante varias cocciones y a temperaturas que alcanzan a veces los 1.000 grados. Sólo el ojo de un experto puede intuir cuando el color será perfectamente homogéneo, y que el motivo dibujado en oro, dispuesto con la precisión de una mano de cirujano, se fijará bajo el fundente traslúcido del esmalte.
El arte del esmalte paillonné, realizado desde hace varios siglos, es utilizado hoy en tres nuevos modelos: un Petite Heure Minute de 39 mm de diámetro, un reloj de bolsillo de 50 mm y un reloj Grande Seconde de 43 mm. En cada uno de estos relojes, el motivo fue reinventado, poniendo en juego un poco más de redondez para evocar el universo floral característico de Jaquet Droz. Las agujas de acero azulado hacen juego con el azul ultramar de la esfera, mientras que la luz de la caja en oro rojo parece reflejar el tornasolado de los motivos decorativos. Las piezas son realzadas con una pulsera en piel de aligátor negra o azul.
Presentados en ediciones limitadas de 8 ejemplares cada uno, estos tres modelos no sólo son una demostración del savoir-faire de los Ateliers d’Art de Jaquet Droz, sino que prueban una vez más que la belleza que nace de la mano del hombre, perdura en el tiempo.








