Una esfera inmaculada en esmalte Gran Fuego
La nueva versión del reloj Duomère à Quantième Lunaire se presenta en una caja de oro blanco de 18 quilates de 40,5 milímetros, una dimensión realmente equilibrada. En adecuación con la elevada calidad de su movimiento, luce una esfera inmaculada realizada en esmalte Gran Fuego. Muy brillante y de pureza absoluta, la esfera requiere un proceso de elaboración extremadamente complejo de realizar. Un rostro excepcional para un reloj sin igual.
El día, la fecha, el mes… Rodajes, regulaciones, energía… Como en un reloj clásico el funcionamiento de una complicación tan elaborada como el calendario perturba necesariamente la precisión de las indicaciones horarias, los relojeros de Jaeger-LeCoultre crearon el concepto Dual-Wing, un instrumento capaz de realizar la alquimia perfecta: un reloj con un calendario tan preciso como un cronómetro…
Sobre su elegante esfera, extraordinariamente fácil de leer, las horas, minutos, segundos, fecha y fases de la luna hacen que el Duomètre à Quantième Lunaire parezca una pieza de relojería clásica. No obstante, en el interior de la caja se disimula el Calibre 381, un prodigioso movimiento dotado de una exactitud sin precedentes por estar fundado en el concepto Dual- Wing, que eleva el reloj a la cúspide del universo de la Alta Relojería.
El aspecto realmente extraordinario del reloj reside en la concepción misma del movimiento Dual-Wing, caracterizado por la presencia de dos fuentes de energía independientes, cada una dotada de 50 horas de reserva de marcha: la primera, regulada por el escape y el volante, está íntegramente consagrada a la medición precisa del paso del tiempo, mientras que la segunda fuente de energía está dedicada a la visualización de las funciones: horas, minutos, segundos, fecha y fases de la luna. Su sincronización está asegurada por el mecanismo de la aguja del segundero fulminante.
Este Duomètre à Quantième Lunaire ilustra de la manera más brillante los trabajos de investigación extrema realizados en los talleres-laboratorios de Jaeger-LeCoultre: indudablemente, este reloj alcanza las cumbres de la precisión con su segundero fulminante que progresa por saltos de un sexto de segundo, al tiempo que indica el calendario y las fases de la luna en un contador independiente.
Gracias a un profundo estudio y al replanteamiento de los principios fundamentales de la teoría relojera, los especialistas de Jaeger-LeCoultre han logrado crear un reloj con calendario según el concepto Dual-Wing. Un principio cuyas características excepcionales ofrecen una precisión de marcha que hasta hace unos años era una exclusividad de los relojes desprovistos de complicación.
Sólo la pericia de más de 180 años de Jaeger-LeCoultre pudo permitir que se abriera un nuevo capítulo en la historia de la Alta Relojería.
Movimiento
- mecánico de cuerda manual, Calibre Jaeger-LeCoultre 381, manufacturado, ensamblado y decorado a mano
- 21.600 alternancias por hora
- 50 horas de reserva de marcha
- 367 piezas
- 40 rubíes
- 7,25 mm de grosor
- 33,70 mm de diámetro
- dos barriletes independientes
Funciones
- horas, minutos, segundos, segundero fulminante con stop segundos y vuelta a cero, fecha y fases de la luna, reserva de marcha
- reserva de marcha del regulador
Esfera
- esmalte Gran Fuego
Agujas
- horas y minutos : tipo hoja
- segundos: bastón con contrapeso en forma de hoja
Coronas
- 1 corona para el armado del reloj, el ajuste de las horas y de los minutos
- 1 pulsador para ajustar el calendario
- 1 corrector para ajustar las fases de la luna
Caja
- ø 40,5 mm, altura: 13,40 mm
- oro blanco de 18 quilates
- acabados pulido y satinado
- cristal de zafiro curvado por el lado de la esfera, dureza N°9, tratamiento antirreflectante sobre la faz y el fondo
- hermeticidad: 5 bares
Brazalete
- de piel de aligátor color azul con hebilla de hebijón de oro blanco de 18 quilates