HERMÈS Arceau Lift Chevaux en camouflage

El arte y la materia

En Hermès, el tiempo transcurre al ritmo de los gestos de unos artesanos con dedos de oro. Practican oficios exigentes y poco comunes que se encuentran y complementan para crear piezas de excepción, como lo es el reloj Arceau Lift Chevaux en camouflage. Cada uno de sus dos modelos se presenta en edición limitada de 24 ejemplares y sirve de escenario para el encuentro entre un tourbillon volante de manufactura y el arte del esmalte alveolado con un motivo inspirado en un pañuelo de Hermès: Chevaux en camouflage.

El taller de esmaltado es el escenario de un largo proceso de trabajo, en el que la maestría y la minuciosidad son claves.

El artista-artesano empieza por esbozar sobre el papel el contorno de los caballos, que servirá de base para colocar minús- culos hilos de oro. Le sirve de lienzo una esfera de oro sobre la cual dispone, de uno en uno y con delicadeza infinita, los filamentos de oro a los que ha dado for- ma. De este modo se delimitan las super- ficies que luego se van a esmaltar.

Como si fuera un pintor, a continuación prepara su paleta de colores: una sinfonía de azules o de marrones, según el modelo. Aplica el color con pequeños toques de la punta del pincel, lo que le permite crear juegos de profundidad y de luz. De coc- ción en cocción a cerca de 800 ºC, poco a poco, se desvela la sutilidad los matices y dos fogosos caballos a punto de lanzarse al galope cobran vida en una caja de oro gris o rosa.

Tras esta galopada que tiene como prota- gonistas al cristal, el oro y el fuego, tiene lugar otro espectáculo, esta vez de carác- ter mecánico: el tourbillon volador del calibre de manufactura H1923 describe revoluciones aéreas y se deja ver en una jaula coronada por la doble H, un motivo que se ha tomado prestado del ascensor de la tienda histórica del 24, faubourg Saint- Honoré, en París.

El reloj Arceau Lift Chevaux en camouflage, orquestación perfecta de varios savoir faire de la mano del hombre, es el fruto de los gestos ancestrales de la relojería fina y del esmal- tado alveolado. Fiel a los orígenes de Hermès, se completa con una correa de cuero con pespunte guarnicionero: no podía ser menos.