La hora con un refinamiento sutil
Es todo un arte saber preservar las tradiciones y ser, al mismo tiempo, decididamente contemporáneo. No obstante, el dúo de relojes Feather Watch de Corum ilustra maravillosamente esta cualidad tan especial. Su diseño rinde homenaje a un modelo de la década del setenta. Su caja, de 39 milímetros de diámetro, está finamente elaborada en oro rojo 5N de 18 quilates. Las esferas están preciosamente realizadas con plumas de pavo real y una de ellas está coronada con 120 diamantes redondos (0,71 quilates). Dos modelos en los que la excelencia y el virtuosismo residen en el mismo acto de creación.
Para empezar, consideremos toda la experiencia y la pasión de Corum. Una marca que se inspira en su historia para imaginar una línea única que profundice la perpetua búsqueda del mundo relojero entre el clasicismo y la modernidad y entre la bella mecánica y las artes seculares. Para ilustrar el propósito, los dos relojes Feather Watch revelan una dimensión llena de gracia con dos esferas realizadas en plumas de pavo real.
Muy de moda en el siglo XIX, la plumajería es un símbolo eterno de elegancia. Con paciencia, minuciosidad y destreza infinitas, el artista plumajero expresa plenamente la fantasía y la poesía con lo que eleva su precioso oficio artístico a un grado de perfección absoluta. Las plumas son rigurosamente clasificadas y seleccionadas por su estabilidad, su densidad y su finura antes de ser limpiadas, estabilizadas al vapor y talladas a mano. Seguidamente, este arte se asemeja mucho al de la marquetería: las plumas se posicionan una por una para reproducir el motivo deseado antes de ser pegadas sobre una superficie plana.
Mecánica y oficios artísticos
El resultado es absolutamente magnífico y original. Las esferas de los relojes Feather Watch sencillamente engrandecen. El primer modelo es fruto de una unión artística llena de colores tornasolados. El segundo es un encuentro entre la joyería, la relojería y la plumajería, con sus 120 diamantes repartidos sobre la esfera, con un total de 0,71 quilates. Y, para llevar el refinamiento a su más elevada expresión, estos modelos se ciñen a las muñecas mediante un brazalete integrado con una barrita curvada de piel de cocodrilo negro.
En el corazón de estos guardatiempos de excepción, el movimiento automático CO 082 aporta el toque final a esta obra de arte que fascinará a los amantes de la mecánica sutil. Su corazón palpita con una frecuencia de 28.800 alternancias por hora, indica las horas y los minutos y dispone de una reserva de marcha de 42 horas. La masa oscilante, grabada con las armas de Corum, se puede admirar a través del fondo de cristal de zafiro transparente de la caja, que, naturalmente, es hermética hasta 50 metros de profundidad.
El mecanismo goza de una estética refinada y atemporal. Las agujas dauphines esqueletizadas recorren la elegante esfera y cruzan el logotipo de Corum grabado sobre el cristal de zafiro. Prolongando la caja de 39 milímetros de diámetro de oro rojo de 18 quilates, la corona acanalada lleva grabada la llave y evoca discretamente el universo de Corum.
Estos dos nuevos iconos a los coleccionistas de piezas raras. Ellos abrazan con una simple mirada la frenética carrera del tiempo y toda la belleza de un cuadro dedicado a una técnica ornamental ancestral.
Not Specified